domingo, 9 de septiembre de 2007

Mejor con Musica... como el siempre el Maestro Sabina

Quién me ha robado el mes de abril?

En la posada del fracaso,donde no hay consuelo ni ascensor,el desamparo y la humedadcomparten colchóny cuando, por la calle,pasa la vida, como un huracán,el hombre del traje grissaca un sucio calendario delbolsillo y grita¿quién me ha robado el mes de abril?¿Pero cómo pudo sucederme a mí?¿Quién me ha robado el mes de abril?Lo guardaba en el cajóndonde guardo el corazón.La chica de BUP casi todaslas asignaturas suspendióel curso en que preñadaaquel chaval la dejó y cuando en la pizarrapasa lista en profe de latínlágrimas de desamorruedan por la página de un blocy en él escribe¿quién me ha robado el mes de abril?¿Cómo pudo sucederme a mí?¿Pero quién me ha robado el mes de abril?Lo guardaba en el cajóndonde guardo el corazón.El marido de mi madreque en el último tren se largócon una peluqueraveinte años menory cuando exiben esas risasde Instamatic en París,derrotada en el sillón,se marchita viendo Falcon Crestmi vieja y piensa¿quién me ha robado el mes de abril?¿Cómo pudo sucederme a mí?¿Pero quién me ha robado el mes de abril?Lo guardaba en el cajóndonde guardo el corazón.
Título: Quién me ha robado el mes de abril?Año: 1988
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina
Disco: El Hombre del traje Gris (1988)


Artista: Joaquín Sabina
Album: Malas Compañías
Canción: Calle melancolía


Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,por la ciudad camino, no preguntéis adónde.Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.Las chimeneas vierten su vómito de humoa un cielo cada vez más lejano y más alto.Por las paredes ocres se desparrama el zumode una fruta de sangre crecida en el asfalto.Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,cruza por mi mirada un tren interminable,el barrio donde habito no es ninguna pradera,desolado paisaje de antenas y de cables.Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvíay en la escalera me siento a silbar mi melodía.Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,que viene de la noche y va a ninguna parte,así mis pies descienden la cuesta del olvido,fatigados de tanto andar sin encontrarte.Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarriLlo,ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;me enfado con las sombras que pueblan los pasillosy me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.Trepo por tu recuerdo como una enredaderaque no encuentra ventanas donde agarrarse, soyesa absurda epidemia que sufren las aceras,si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvíay en la escalera me siento a silbar mi melodía

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